En el corazón de Mezcal Quizamán, reside una historia tejida con hilos de pasión, respeto por la tradición y una conexión profunda con la esencia de México. Somos más que una marca de mezcal; somos guardianes del Legado Quizamán, una herencia que honramos con cada gota que destilamos.
Nuestra travesía comienza con el sol iluminando nuestros campos, el agua que fluye cristalina y los vientos que susurran secretos ancestrales. Cada elemento de la naturaleza se convierte en un verso que componemos con maestría, gracias a la dedicación de nuestros maestros mezcaleros.
Nos enorgullece ser artesanos de esta bebida única, un arte líquido que refleja la diversidad, la autenticidad y la riqueza cultural de México. Cada botella es una invitación a sumergirse en la historia de nuestra tierra y a deleitarse con el fruto de manos hábiles que han perfeccionado el arte de destilar.
Nuestro nombre evoca una época, un sentimiento y un regalo.
Al tomar Mezcal Quizamán estás perpetuando una tradición. Una que trasciende el tiempo, cuyas raíces se alimentan de los suelos de Oaxaca. Cuidada por generaciones, la receta es el legado de la familia. Es una voluntad que se hereda, refinándose como las rocas son pulidas por el agua de mar. El resultado se saborea en el líquido: es una ÉPOCA, un SENTIMIENTO, un REGALO.
Mezcal Quizamán el legado de la familia.